Durante la última década, el crecimiento exponencial del Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) ha observado el surgimiento de aplicaciones con un uso cada vez mayor de datos. Este fenómeno también se ve en el mundo de SAP. Para adaptarse a esto, las organizaciones han estado migando al hyperscaler para ampliar sus habilidades de adaptación al crecimiento de los datos.
No se puede negar que una migración de este tipo tiene sentido, pero lo que han descubierto muchas empresas es que es necesario mirar a los datos y sistemas de forma diferente. Históricamente el impacto de tener grandes cantidades de datos o de retener sistemas antiguos estaba bastante oculto. La migración a un entorno en la nube magnifica los costes y riesgos asociados y, en consecuencia, requiere una mirada nueva. No optar por cambiar esta forma de verlo generará un aumento de costes y migraciones problemáticas.